Costa dos Castros está repleta de enigmáticos petroglifos que se remontan a la Edad del Bronce. Entre ellos, un grabado que captura el momento en que un barco mediterráneo llegó a esta costa atlántica. Ayúdanos a conservar un testimonio único de la navegación milenaria.
Datar el arte rupestre no es tarea sencilla. Sin embargo, el consenso científico establece que la mayoría de los grabados (petroglifos) en Galicia se hicieron durante la Edad del Bronce, aunque algunos pudieron ser creados antes o después.
Más difícil aún es averiguar por qué se crearon estos misteriosos mensajes petrificados.
A lo largo de la Edad del Bronce la sociedad se volvió gradualmente más sedentaria, gracias a la agricultura y a la ganadería. Quizás por esta razón era cada vez más importante para la comunidad señalizar el paisaje en el que había comenzado a establecerse.
A pesar de ser menos nómadas, el contacto con otras culturas estaba creciendo debido al comercio. Las similitudes entre petroglifos desde España a Escocia – el llamado arte rupestre atlántico europeo – atestigua estas relaciones internacionales.
Costa de los Castros y de los Grabados
El sur de Galicia y particularmente Costa dos Castros tienen una de las concentraciones más elevadas e interesantes de arte rupestre atlántico.
Hay aproximadamente 120 paneles en los montes de Costa dos Castros, que juntos suman más de mil grabados. Se localizan mayoritariamente en puntos prominentes de las laderas con buen dominio visual sobre la línea de costa y el Atlántico.
Aproximadamente un 80% del arte rupestre consiste en grabados abstractos, aunque algunos también representan animales, personas, incluso barcos…
Auga dos Cebros, evidencia de la navegación milenaria
Hay muchos petroglifos extraordinarios en Costa dos Castros, aunque este panel en concreto es realmente singular. Los grabados de Auga dos Cebros albergan una representación prehistórica de un barco mediterráneo, único en todo el frente atlántico.
Sus similitudes con modelos egeos del II milenio a.C. y otras representaciones mediterráneas de barcos hacen que este petroglifo sea clave en la investigación de las relaciones marítimas prehistóricas.
Se ha encontrado evidencia arqueológica de comercio con el Mediterráneo en muchos yacimientos de Galicia. Uno de ellos es el castro de A Cabeciña en Costa dos Castros, donde en excavaciones recientes se ha encontrado cerámica púnica y un hacha de bronce que probablemente se usaba para intercambiar por productos extranjeros.
A pesar de que esto muy probablemente pasara después de que se grabara el petroglifo de Auga dos Cebros, los investigadores están encontrado cada vez más pruebas de que se empezó a comercializar con el Mediterráneo mucho antes de lo que inicialmente se pensaba.
A Cabeciña, comercio de cosas y de ideas
A tan solo unos metros de la entrada a este castro, se encuentra otro de los petroglifos más misteriosos de Costa dos Castros. Su elemento más destacado es una gran piedra plana totalmente cubierta por grabados semi-circulares y ovalados.
Lo más curioso es que estas formas semi-circulares son diferentes a cualquier otro grabado rupestre en Galicia. De hecho, investigadores han encontrado más similitudes con petroglifos en cámaras megalíticas de otras partes del atlántico europeo, como en Gavrinis (Francia). Este hallazgo puede estar indicando que por el mar no sólo se transportaban productos, si no también ideas.
Ayuda a proteger los petroglifos
Caballos, ciervos, figuras humanas con enormes manos, pilas de moler, tablas de juego romanas… Estos son algunos ejemplos de otros grabados rupestres encontrados (hasta el momento) en Costa dos Castros, registrados por unos pocos investigadores tras muchas, muchas horas recorriendo la zona a pie.
Desafortunadamente, y a pesar de estar grabados en la piedra, los petroglifos no duran para siempre. Numerosos factores provocan su erosión, como condiciones meteorológicas, la sal marina que transporta el viento desde el Atlántico, ríos cuyos cursos fluctúan, la vegetación e incendios forestales.
La buena noticia es que podemos poner en práctica varias medidas para prevenir el daño: encontrar y registrar nuevos petroglifos; limpiar la vegetación próxima a los paneles; y mejorar la accesibilidad a los paneles, lo que ayudará a concienciar a visitantes de su importancia y los guiará para evitar que dañen los grabados inintencionadamente.
Con tu ayuda podemos conseguir salvaguardar estos misteriosos grabados y continuar reflexionando sobre su significado para los años venideros.