Costa dos Castros es un estrecho tramo de costa bordeando el Atlántico. Está repleto de restos arqueológicos, y mucho más – bosques, cascadas, caballos salvajes, tierras fértiles, y el siempre presente océano Atlántico… No sorprende que las personas hayan elegido vivir aquí siglo tras siglo.
Costa dos Castros se encuentra al extremo sur de Galicia, justo encima de Portugal. Sus 7 km de costa albergan 12 poblados de la Edad del Hierro (castros), hasta llegar a la espectacular ciudad pre-romana de Santa Trega en A Guarda.
Al modo de Escocia, Irlanda e Gran Bretaña, a menudo Galicia es considerada un centro neurálgico de la cultura celta. Sin embargo, se está encontrando cada vez más pruebas de la existencia de relaciones internacionales mucho antes de la llegada de los romanos. Pruebas que nos indican que este rincón del Atlántico no era una comunidad aislada, si no más bien un hervidero de culturas celtas y mediterráneas.
La alta concentración de castros, arte rupestre y evidencia de comercio internacional en Costa dos Castros puede ayudarnos a comprender cómo vivía la gente hace miles de años a lo largo de las costas atlánticas. Sin embargo, ¡quizás encontremos que el modo de vida tampoco cambió tanto en todos estos años!
Costa de los Castros
Cada uno de los 12 castros detrás del nombre de Costa dos Castros fue construido estratégicamente; tres de ellos en lo alto de los montes con una función defensiva, y otros abajo en los valles, más cerca de los recursos agrícolas y marítimos.
Hoy día los pueblos y aldeas de Costa dos Castros también tienen diferentes funciones dependiendo de su situación, el paisaje y los recursos cercanos.
Las tierras altas
Una de las mayores fuentes de ingreso de la zona es su masa forestal. Las laderas de los montes están cubiertas de árboles – principalmente de eucalipto y pinos que se usan para convertir en pulpa o madera barata, pero también perviven algunos bosques de especies tradicionales como castaños, robles y alcornoques. Parte del proyecto de Costa dos Castros busca recuperar la arboleda autóctona y promover prácticas forestales sostenibles.
Subiendo por los montes, los bosques dan paso al matorral y vegetación baja de las tierras altas. Aquí arriba la ganadería es esencial para el día a día. No es raro ver la hermosa raza vacuna autóctona, la vaca cachena, paciendo tranquilamente en compañía de caballos de monte.
Los valles
Las aguas acumuladas en los montes caen por sus laderas, formando cascadas y pozas naturales, fertilizando las tierras bajas de los valles. Aquí abajo la agricultura es uno de las principales fuentes de ingreso.
Muchas casas tienen sus propias huertas, donde el clima moderado y la abundancia de agua permite un cultivo muy variado, desde acelgas y maíz, hasta ¡aguacates y calabazas gigantes! El proyecto Costa dos Castros nace también con el fin de apoyar a los productores locales para procesar y vender sus productos agrícolas.
El Atlántico
Los ríos que fertilizan las tierras de cultivo en encuentran con el Atlántico en el borde de Costa dos Castros. Algas, peces y marisco se capturan a unos metros de la orilla para luego ser vendidos en la zona.
También se recolectan en esta costa los percebes, que ya se han convertido en un emblema de la cultura gastronómica de Galicia, por el que cada año hombres y mujeres – los percebeiros – arriesgan su vida para recolectarlos de las escarpadas rocas.
El Camino
Para mucho turistas españoles, visitar Galicia es un verdadero peregrinaje gastronómico, famoso por su productos de máxima calidad. Internacionalmente, Galicia quizás se conozca más por ser el destino final del Camino de Santiago.
De hecho, uno de las rutas, el Camino Portugués por la costa, recorre Costa dos Castros atravesando el centro de Oia, su pueblo más grande. Aquí se encuentra un impresionante monasterio cisterciense, el más cercano el mar jamás construido y que en su día fue utilizado para alojar a peregrinos camino a Santiago.
Aún queda mucho por hacer para proteger y poner en valor el patrimonio de Costa dos Castros, y tú puedes ayudarnos. Colabora con este proyecto para apoyar la comunidad local, promocionando un turismo sostenible y ampliando nuestro conocimiento de la historia de la Europa atlántica.